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martes, 19 de febrero de 2013

LA MEDICINA




La medicina, junto a la farmacia, la enfermería y otras disciplinas, forman el grupo de las ciencias de la salud, dedicadas al diagnóstico, la prevención y el tratamiento de las enfermedades.
Para ejercer la medicina, es necesario cursar estudios que permiten obtener el grado necesario y la habilitación correspondiente. De esta forma, el médico o doctor recibido está en condiciones de convertirse en un agente de salud en el proceso sanitario, estableciendo una relación con el agente pasivo (el paciente, que es la persona enferma o que busca cuidar su salud).
Existen numerosas especialidades dentro de la medicina, de acuerdo a la parte del cuerpo a la que se dedican, a los tipos de enfermedades o a otros factores que permiten establecer la clasificación.


¿por qué es importante hacer ejercicio físico?  
La práctica diaria de ejercicio físico adecuado es un factor fundamental para mantener, mejorar y conservar la salud, ya que ayuda a prevenir múltiples enfermedades.
El ejercicio es una necesidad básica. El cuerpo humano está hecho para ser usado, y con la falta de ejercicio se renuncia a la oportunidad de mejorar o conservar la salud. Cuando el cuerpo no es ejercitado se vuelve flácido, lento y, en general, ineficaz.

En general, la actividad física involucra cualquier movimiento corporal que implica un gasto de energía. A las actividades cotidianas, como caminar, subir escaleras o realizar trabajos domésticos, entre muchas otras, se les llama actividad física no estructurada. Y cuando la actividad física se realiza mediante un programa con el propósito de mejorar la condición del cuerpo, se le llama ejercicio o actividad física estructurada.




Ventajas saludables del ejercicio

La actividad física regular en la vida diaria es una herramienta poderosa para la prevención de dolencias como la enfermedad coronaria, diabetes, hipertensión arterial y obesidad, entre otras. Estos son sus beneficios:
  • Contribuye a mejorar la capacidad cardíaca y pulmonar.
  • Dependiendo de la intensidad y la duración, los músculos aumentan de tamaño, fuerza y dureza.
  • Mejoran los reflejos y la coordinación.
  • Quema el exceso de grasa.
  • Quien realiza ejercicio de forma constante soporta mejor la fatiga, duerme bien y se siente con energía para realizar todas las actividades del día.
  • Ayuda a proteger los huesos.
  • Aporta bienestar psicológico y puede tener un efecto positivo en la depresión. Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine muestra que la actividad física mejora el estado de ánimo en pacientes con depresión.
Todos los beneficios que el ejercicio físico puede aportar se cumplen cuando su práctica es diaria; de nada sirve practicar de manera esporádica o intensa durante cierto periodo y luego dejarlo, ya que esta actitud puede ser perjudicial para el cuerpo y causante de lesiones.

Comienza a hacer ejercicio
  1. Elije una hora adecuada a tu rutina diaria y a tu ritmo; de preferencia, reserva tiempo para recuperarte.
  2. El ejercicio matutino es una excelente forma de empezar el día, aunque hay quienes prefieren la noche porque alivia las tensiones y relaja el cuerpo antes de dormir.
  3. Los aparatos de ejercicio son una buena opción, pero se requiere tener cuidado y ser orientado por alguien experto en su manejo.
  4. Al llevar a cabo una rutina de ejercicio, siempre debe ir acompañado de hábitos saludables, como seguir una dieta equilibrada y tomar agua.
Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaron un informe sobre dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas. En él se concluye que una dieta con poco consumo de grasas saturadas, azúcar y sal, y mayor consumo de hortalizas y frutas, contribuye a reducir las altas tasas de enfermedad antes mencionadas, siempre que vaya acompañada de la práctica regular de alguna actividad física. En concreto, se recomienda realizar una hora al día de actividad física moderada, como caminar.

Consultar al médico

La mayoría de personas pueden empezar un programa de ejercicios por sí solas; pero si existen dudas o alguna patología, consultar con el médico ayuda a elegir el programa más adecuado.
También es imprescindible acudir al médico si al comenzar un plan o programa de ejercicio diario se producen mareos, confusión, sudor frío, pulso irregular, calambres y otros signos que alteran el organismo.





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